Las infecciones fúngicas comunes de la piel caracterizadas por pequeñas manchas decoloradas de color bronceado, marrón o rosado, o por manchas blancas escamosas que a menudo se producen en climas cálidos y húmedos, tienden a ser no dolorosas o contagiosas . Los síntomas incluyen, entre otros, manchas descoloridas en la piel, picor y escamas. El diagnóstico se realiza mediante un examen físico, montaje húmedo de hidróxido de potasio, examen con luz de madera. El tratamiento es con antifúngicos tópicos.